Las personas que buscan ser tomadas en cuenta para un ascenso muestran
como principal atributo un alto rendimiento laboral. Nada nuevo, tal vez,
considerando que la lógica de cada uno de estos empleados es la de destacar en
la empresa a través de su esfuerzo de todos los días.
Sin embargo, sólo una cuarta parte tiene las características necesarias
para ser un líder. Sí, más allá de las aspiraciones que presentan todos,
también se requieren otras habilidades y no todos las poseen.
El liderazgo es una de las inversiones más rentables para las empresas.
A lo largo de la historia muchas
compañías han brillado por la capacidad de ciertos elementos que le han dado
forma y rumbo a las ideas que después se convirtieron en éxitos redondos.
Pero resulta que hallar este tipo de talentos en las organizaciones no
es tan sencillo como se cree. Sabiendo esto, compartimos algunos aspectos a
tomar en cuenta para reconocer a líderes potenciales y hacerlos crecer en tu
empresa.
Van más allá de la descripción de su puesto
Saben que las oportunidades no sólo están en sus actividades cotidianas
sino también en las tareas extra a las que puedan aplicar. Por eso mismo, se
atreven a probar cosas nuevas, a tomar ciertos riesgos y a colaborar de manera
voluntaria en actividades favorables para la compañía. A su modo de ver, es una
forma de ganar-ganar en su plan de carrera.
Comunican soluciones, no
problemas
Es uno de sus mejores atributos: cuando se presentan problemas, en vez
de informarlos y esperar una orden para solucionarlos, se presentan con sus
jefes con posibles respuestas que comunican y ayudan a agilizar el contratiempo
en el que están.
Conocen el día a día de la
empresa
Desde diferentes ángulos y posiciones: saben cómo funciona la
organización, lo que les permite tener una mejor visión para desarrollar planes
que funcionen con éxito.
Viven la cultura
organizacional
Comparten las ideas y pensamientos de la compañía, por lo cual se
sienten cómodos con decir lo que piensan de manera asertiva. Son coherentes en
su manera de hablar y actuar con compañeros, superiores y clientes, actuando
siempre con ética y estando fuera de murmuraciones.
Son mentores, aunque aún no lo
saben
Demuestran que están listos para nuevas posiciones cuando toman la
batuta y gestionan pequeños proyectos. Orientan a los colegas y asumen la
responsabilidad, incluso cuando “oficialmente” no tienen la encomienda de
hacerlo.
¿Cómo hacerlos crecer en tu
empresa?
Por supuesto, aun teniendo las habilidades para estar al frente de un
equipo de trabajo, estos empleados necesitan entrenamiento y capacitación para
explotar al máximo sus capacidades.
Cuando se
detecta a estos posibles líderes es primordial darles la retroalimentación que
necesitan, haciéndoles notar las posibilidades que tienen y evaluando algunas
características en las que deben mejorar. Crear un plan de desarrollo será
primordial, tanto para la empresa como para el colaborador, y actualizar sus
conocimientos a través de programas o cursos tendrá un valor inestimable.
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